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Agenda Mujer. Efecto TV

ARTISTAS PARTICIPANTES

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AIDA EMART

ALEJANDRA DE WITT

ALEJANDRA ZERMEÑO

ALIRIA MORALES

AKIKO KAWASHIMA

ALICIA CAMPOS

ANGÉLICA ARGÜELLES

BLANCA CHAROLET

CARMEN CHAMI

CHRISTA CLINCKWORT

CLAUDIA MÉNDEZ

CLELIA HIDARI

CLELIA RÍOS

DINA EUGENIA GÓMEZ

DORIT WEIL

FRIDA CARRASCO

GABRIELA SODI

GUADALUPE URRUTIA

ISABEL RÁBADAN

LUCY HERNÁNDEZ

LUZ DE LOURDES PINO

MAGGI GUADAÑA

MARIA LUISA REID

MARILUZ CARRILLO

MARTHA CHAPA

MIREYA ZAMORA

ROCIO CABALLERO

ROXANA YÁHER

SHELSY DI

VERÓNICA FERNÁNDEZ

CÉDULA DE SALA Y TEXTO DE CATÁLOGO

El amor no anda en burro…

de lo cotidiano a lo impredecible

El arte no necesita de pretextos para manifestarse, para hacerse visible, notable; por su naturaleza, surge sobre cualquier superficie de la realidad, las más de las veces a contracorriente y a pesar de todo. Por su condición de ser en el Ser, parafraseando a Heidegger, es inherente a nuestro estado de consciencia en la existencia, conforme nos explica, nos define, nos identifica.

El amor no anda en burro… De lo cotidiano a lo impredecible me ha hecho pensar una vez más en este linaje férreo del arte que se expresa a partir de lo cotidiano, que irremediablemente condiciona al creador y de allí da un salto mortal hacia lo impredecible implícito a su vez a la naturaleza misma del artista y, de cuanto éste es capaz de generar como obra única e irrepetible.

A partir de una idea original de la siempre creativa e incansable escultora Clelia Ríos, quien tuvo la generosa iniciativa de convocar e involucrar a muchas otras identificadas entre sí, tanto por su condición femenina como creativa; el burro de planchar (objeto en apariencia baladí, pero aquí cargado de enorme simbolismo) ha servido de visionario pretexto para conectar o enfrentar una vez más lo doméstico con lo creativo, lo cotidiano con lo trascedente, lo prosaico del acto utilitario con la connotación sublime del amor (en sus prácticas servil y noble), lo tradicional con lo revolucionario, la estática con la dialéctica.

Y si bien el arte mismo se ha movido siempre dentro de dos coordenadas sólo en apariencia contradictorias: tradición y originalidad, norma y ruptura, con esta sui generis exposición El amor no anda en burro…De lo cotidiano a lo impredecible ha conseguido su coordinadora además, reunir a más de una veintena de distintas artistas plásticas y visuales que en su personal caminar estético han transitado por los más diversos lenguajes, itinerarios, usos, técnicas, especialidades y poéticas, y que sin embargo en este coincidir en un mismo punto exacerban ese glorioso espíritu dignificante del arte que a la vez seduce y violenta, emociona e inquieta, construye y remueve, alienta y perturba.

Pintura, escultura, fotografía, video, instalación, a través de técnicas y materiales diversos, hacen de esta exposición El amor no anda en burro... De lo cotidiano a lo impredecible una buena ocasión también para corroborar el papel protagónico que en las artes visuales y plásticas –y en el terreno de la creación toda en general– tiene hoy por fortuna la artista mexicana, que si bien se vio en la necesidad de ganarse con sudor y sangre el ir abriéndose espacios dentro de una sociedad todavía no del todo democrática y equitativa, con las propias resistencias de una comunidad aún con notables atavismos y frenos, en cambio abona con energía y talento a la búsqueda como principio regulador en la existencia del arte. En su condición de dadora de vida, en sus manos y lucidez busca reconstruir un mundo atribulado en el caos, bajo la hegemonía en su mayor parte de la estulticia y la ambición del hombre.

Celebro esta ejemplar colectiva de casi una treintena de artistas plásticas y visuales de diferentes generaciones, distintas en su percibir y su funcionar con respecto a sus respectivas manifestaciones, pero coincidentes en una misma voluntad de crear, por diversas vías, a partir de un único objeto que describe lo cotidiano y da pie a lo impredecible.

Mario Saavedra